Literature
Amistad rota y sangrando
En estos momentos te diría amigo, que cuántas risas nos hemos perdido, que cuántos chismes, cuánto consuelo no nos hemos dado.
No entiendo el porqué. El orgullo nos cegó y como dos líneas no paralelas chocamos y seguimos adelante con un pedazo menos de corazón.
Me heriste. Te perdoné. Te herí. Me perdonaste. ¿Qué nos hicimos? ¿Qué nos hemos hecho? A dónde nos ha llevado el orgullo? Al desprecio mutuo. Tú, que sabías mis temores más profundos, los despreciaste. Yo, actuando sin pensar, hice lo que no creía posible: despojarte de tu dignidad. Y eso